Para tener el mejor México de la historia debemos entender que las acciones que hoy tomemos definirán la calidad de vida de las próximas generaciones.
Un México con prosperidad es mejorar nuestra calidad de vida: la relación con la naturaleza, con el agua, acceso a vivienda digna, oportunidades para emprender, para tener trabajos dignos y, por supuesto, a la justicia intergeneracional.