Para mí, la Presidencia de la República es un medio para hacer de México un país más justo, más seguro, más próspero, más igualitario y más pacífico: un México Nuevo.
El México Nuevo no está obsesionado con el pasado. Sino que construye un país en el que haya igualdad de oportunidades y en el que, por el bien de todas y de todos, pongamos primero a las niñas y a los niños.
Ser el primer candidato presidencial en la historia de nuestro Movimiento es una oportunidad colectiva para impulsar una nueva agenda para el país y las mejores causas posibles, más allá de la disputa del cargo.